Bodegas Toro Albalá nace en el corazón de la campiña cordobesa en el año 1922. La historia de esta bodega es la historia de un pequeño agricultor, José María Toro Albalá, que tuvo la genial idea de guardar vinos viejos para la creación de joyas enológicas destinadas a los paladares más exigentes. Un cambio generacional en los años 60 de la mano del enólogo Antonio Sánchez hace que la marca tome personalidad propia. A partir de entonces, se apuesta por recuperar los tesoros de crianza y las tradiciones en el mundo del vino.
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